La tensa situación que se vivió en la ladera tibetana del monte Everest ha culminado con un rescate masivo y exitoso, según confirmaron los reportes de los medios estatales chinos. Cerca de novecientas personas, incluyendo turistas, guías locales y sherpas, que quedaron varadas tras una fuerte e inusual tormenta de nieve, han sido puestas a salvo.

El incidente, que se registró a principios de octubre de 2025, coincidió con la “Semana Dorada”, un periodo vacacional importante en China, lo que incrementó significativamente la afluencia de visitantes a la montaña. La tormenta sorprendió a los grupos, bloqueando los caminos de acceso con un espesor de nieve que superó el metro en algunas áreas y obligó al cierre temporal de la zona.
El operativo de rescate fue una labor monumental. Ante la imposibilidad de utilizar helicópteros debido a la baja visibilidad y los fuertes vientos, los equipos de emergencia, conformados por cientos de lugareños, soldados y bomberos, debieron abrirse paso por tierra. Se emplearon yaks para transportar suministros esenciales como alimentos, oxígeno y medicinas, mientras que la evacuación se realizó por vía terrestre, guiando a los atrapados, que se encontraban a más de 4,900 metros de altura, hasta zonas seguras.
Aunque inicialmente se reportó una muerte, algunas fuentes indican que fue un excursionista que falleció por hipotermia y mal de altura en una zona cercana a la afectada. Sin embargo, la información final se centró en la gran hazaña del rescate masivo, que logró poner a salvo a todos los varados, quienes en su mayoría carecían del equipamiento adecuado para enfrentar condiciones climáticas tan extremas. Las autoridades locales han advertido sobre los riesgos del terreno difícil y el clima impredecible en la zona.