A las 15:00 horas de este martes, el fenómeno climático tocó tierra en puerto Cabezas, Nicaragua con vientos máximos de 220 kilómetros por hora y una velocidad muy lenta, lo que hará que golpee con más fuerza las comunidades ubicadas en su trayectoria.
El huracán Eta, uno de los más fuertes y peligrosos en la historia del planeta, se desplaza a una velocidad muy lenta, por lo que se vaticina provocará mayores daños. El fenómeno climático no golpeará a Guatemala de una forma directa; sin embargo, generará fuertes lluvias, que, por lo saturación del suelo, pueden provocar deslaves y crecidas de ríos.
David De León, vocero de la Conred, informó que se preparan para cualquier contingencia en los departamentos de Izabal, Petén, Alta Verapaz, Franja Transversal del Norte y departamentos fronterizos con Honduras y el Salvador.
Se espera acumulados de 500 milímetros de precipitación durante los próximos cuatro días, lo que traducido es en inundaciones severas en Nicaragua, Honduras, Guatemala y Cuba.
El Presidente Alejandro Giammattei pidió a la población de los departamentos mencionados, alejarse de los ríos y quebradas.
“Los ríos que al día de hoy presentan un acumulado arriba de lo normal, específicamente los cuatro que ya están crecidos son Los Esclavos, La Pasión, el Machaquilá, y el Motagua. Se ha movilizado personal de la Conred y de Gobernación departamental por las inundaciones que ya se registran. No hay víctimas, pero se espera una gran cantidad de agua. Ya tuvimos equipos desplegados en el área y se trasladaron alimentos a los albergues ubicados en los departamentos que puedan necesitar tener una atención inmediata a las personas que pudieran salir perjudicadas por las inundaciones. Vamos a dar asistencia de primera mano en el lugar para paliar los daños que seguramente van a afectar la agricultura en las tierras bajas de la Franja Transversal del Norte”, detalló el Mandatario.
En Nicaragua y Honduras ya se reportan grandes inundaciones. En este último, cubrió las playas de la zona la espuma marina producida por la agitación del agua de mar generado por alto oleaje y rompimiento fuerte de olas.