Una pareja de Florida fue acusada de secuestrar y torturar durante tres días a un hombre al que encadenaron e intentaron obligar admitir una infidelidad, informaron las autoridades.
Los sospechosos identificados como Marie Dorsainvil, de 51 años, y Occius Dorsainvil, de 56, enfrentan cargos de secuestro e intento de asesinato luego de someter a un hombre, quien aún no ha sido identificado, a diferentes torturas.
El terror para la víctima comenzó en diciembre, cuando Marie le pidió que la llevara a su departamento en el piso de arriba por aparentes motivos sexuales; sin embargo, el hombre se negó e insistió que tanto ella como él estaban casados, pero Marie le dijo que su pareja estaba en Haití por lo que accedió.
Al momento en que la víctima estaba sentada en el sofá, Occius presuntamente ingresó al apartamento con una pistola y lo amenazó de muerte atándolo de manos y pies con una cuerda, detallaron las autoridades.
Posteriormente, Marie y Occius obligaron a la víctima a grabar una declaración en la que admitía que estaba sosteniendo una aventura con la esposa del sospechoso.
Entre los métodos de torturas utilizados desde el primer día, lo amenazaron con hacerle comer su excremento, y en caso de negarse, le dispararían, apuntó la policía.
Durante el segundo día de cautiverio, le ofrecieron comida a la víctima, pero se negó por miedo a tener que ir al baño y que sus verdugos cumplieran la amenaza del día anterior. Además, le colocaron cadenas a sus ataduras y le exigieron $50,000 dólares en efectivo y el título de su automóvil.
En el tercer y último día de su rapto, los secuestradores obligaron a su víctima a ducharse mientras era amenazado con una pistola y condujeron hasta una zona donde lo terminarían liberando; no obstante, no lo dejaron en libertad sin antes obligarlo a beber un recipiente lleno de lejía y ron haitiano, produciéndole un desmayo.
La víctima duró aproximadamente media hora inconsciente, y al despertar, corrió en busca de ayuda, señaló la policía.
Al ser notificados por las autoridades, los investigadores pudieron localizar a los dos sospechosos, quienes confesaron sus crímenes y desde el viernes por la noche permanecen en la cárcel de Miami-Dade.