Un juez federal en Florida sentenció a 22 años de cárcel a un violador convicto que permaneció fugitivo por más de 40 años bajo la identidad de un niño muerto.
Douglas E. Bennett, de 77 años, vivió bajo una falsa identidad desde el 1975 desde que huyó de Connecticut para no cumplir la sentencia por el caso anterior.
La reciente sentencia impuesta es la máxima que puede ser establecida en el estado por los delitos por los que resultó convicto.
El juez de distrito William Jung planteó que tomó la decisión ya que Bennett complicó el escenario al evadir a las autoridades de ley. Además destacó la naturaleza horrible del crimen original.
Bennett fue acusado en el 1974 de secuestrar y agredir sexualmente a la hija, de 22 años de su entonces empleador, en Wethersfield, una pequeña ciudad cerca de Hartford.
De acuerdo con el reporte, como parte de su defensa, el abusador sexual alegó que lo confundieron con otra persona.
Un jurado deliberó por tres días para declarar culpable en el 1975 al hombre. En el 1976, la Corte Suprema de Connecticut confirmó la condena.
El timador fue sentenciado entre 9 y 18 años de prisión, pero huyó mientras se encontraba libre bajo fianza.
En septiembre pasado, Bennett se declaró culpable de fraude de pasaporte y robo de identidad agravado por utilizar información falsa de un menor de 5 años que falleció en Massachusetts en el 1945. Su nombre era Gordon Douglas Ewen.
El convicto además se declaró culpable de posesión de armas y municiones halladas en su vivienda.
Bajo la falsa identidad, Bennett viajó el mundo como capitán de embarcaciones y se estableció en Clearwater, Floridad. Allí compró una casa en el 1994. Documentos como la licencia de conducir, cuentas de bancos y tarjeta electoral estaban bajo el nombre del difunto.
Las autoridades se percataron de la trampa de Bennett en el 2020 cuando agentes del Servicio de Seguridad Diplomática de Departamento de Estado realizaron una revisión de números de Seguro Social publicados tardíamente.
Bennett fue arrestado en su casa en Chateau Drive, Clearwater, en noviembre del 2020.