Toda relación pasa por altibajos, pero ¿Cómo saber si esos problemas son solo una fase o el principio del fin? Identificar las señales de alerta a tiempo puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes, ya sea para trabajar en la relación o para aceptar que es momento de seguir caminos separados. No se trata de crear pánico, sino de empoderarnos con información.

Una de las primeras señales es la falta de comunicación. Antes solían hablar de todo, reír juntos y compartir sus días. Ahora, las conversaciones son escasas, superficiales y a menudo se convierten en discusiones. No hay un interés genuino por saber cómo se siente el otro. Otra señal importante es la constante crítica. Lo que antes era amor y admiración, se ha transformado en un juicio constante. Si tu pareja critica tu forma de vestir, tus amigos, o tus pasatiempos, es una clara señal de que el respeto se está desvaneciendo.
La falta de intimidad, tanto física como emocional, también es un indicativo. La distancia que se crea no es solo en el dormitorio, sino en la conexión profunda que tenían. Otro punto a considerar es la falta de planes a futuro. Si antes soñaban con viajes, una casa o incluso solo con un fin de semana juntos, y ahora evitan hablar de ello, puede ser porque ya no se ven como parte de un “nosotros”. Por último, la indiferencia es quizás la señal más dolorosa. Los celos, las discusiones y los conflictos, aunque desagradables, demuestran que todavía hay una emoción. La indiferencia, por el contrario, muestra que ya no hay ni siquiera la energía para pelear. Es el vacío que queda cuando el amor se ha ido. Reconocer estas señales no es fácil, pero es un acto de amor propio. Nos permite enfrentar la realidad, aceptar lo que está sucediendo y tomar las riendas de nuestro futuro. Porque merecemos estar en una relación donde el amor, el respeto y la admiración sean la base de todo.